El ayuno no es pasar hambre, es permitir que el cuerpo descanse y se repare.
Durante las horas sin comer, el organismo activa mecanismos naturales de regeneración celular, mejora la digestión y reduce la inflamación.
No es una moda: es una práctica ancestral respaldada por la ciencia moderna.
Qué sucede en tu cuerpo cuando ayunas
Cuando dejamos de comer durante un periodo controlado, el cuerpo entra en un estado de equilibrio que le permite repararse y optimizar funciones internas.
Se activan procesos de autofagia, un sistema de limpieza celular que elimina residuos y células dañadas, ayudando a regenerar tejidos y mejorar la salud metabólica.
Además, el ayuno da un respiro al sistema digestivo, regula los niveles de glucosa, mejora la sensibilidad a la insulina y reduce la inflamación silenciosa que tanto agota la energía.
No todos los ayunos son iguales
Existen distintos tipos de ayuno, y no todos sirven para todas las personas.
Los más comunes son el ayuno intermitente de 12 a 16 horas, que puede adaptarse fácilmente cenando antes de que anochezca y desayunando un poco más tarde.
Sin embargo, no se trata de forzar al cuerpo, sino de escucharlo.
Personas con determinadas patologías, mujeres embarazadas o personas mayores deben consultarlo con un profesional antes de hacerlo.
El secreto está en practicarlo con consciencia: respetar los horarios naturales, hidratarse correctamente y romper el ayuno con alimentos reales y nutritivos como proteínas limpias, vegetales o grasas saludables.
Más equilibrio, menos castigo
El objetivo del ayuno consciente no es castigar, sino equilibrar.
Es un tiempo de descanso que permite que el cuerpo vuelva a funcionar con eficiencia, sin sobrecargas digestivas ni estrés innecesario.
He visto cómo muchas personas, al incorporar el ayuno de forma gradual, recuperan energía, mejoran su concentración y sienten una ligereza física y mental que no habían experimentado en años.
Ayunar con conocimiento y respeto hacia el propio cuerpo es una herramienta poderosa para vivir con menos inflamación y más vitalidad.
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Feliz vida, feliz digestión ❤️
Rocío ✨️
